Suerte, jugones y lágrimas.
La BAMM sigue haciendo historia, empeñada en establecer un dominio en el mundo del fútbol médico que se antoja muy difícil de igualar, un gigantesco reto que generaciones futuras trataran de superar y al que solo el tiempo otorgará su verdadero valor. Siete campeonatos de España de nueve posibles, los cuatro últimos ganados de manera consecutiva suponen un logro deportivo simplemente bestial.
Cualquiera que practique algún deporte sabe de la dificultad que conlleva ser el mejor, el número uno al menos una vez en la vida. Los médicos murcianos ya lo han sido siete veces. Y tienen pinta de no querer abandonar el trono. Si alguien lo quiere tendrá que arrebatárselo con algo mas que amenazas, garrotazos y pelotazos.
Y es que para ganar, siempre hace falta una gran dosis de suerte, cierto, suerte para que ese balón ajustado termine en el palo en lugar de besando la red, suerte para que en una ciudad de aguaceros se haya agotado la crema solar en un fin de semana sin precedentes climatológicos, suerte para jugarte una final a tanda de penales habiendo presenciado como tus rivales ejecutaban desde los once metros para llegar hasta ella. Pero también suerte de tener un equipazo, de contar en tus filas con veteranos que se dejan el alma y la salud en los minutos que compiten y el aliento en ayudar dentro y fuera del campo, suerte de tener futbolistas de un talento extraordinario, capaces de sacrificar el ego y el lucimiento personal por el bien del equipo, aunque eso lleve consigo renunciar a los tan golosos premios individuales, suerte de ser un EQUIPO con mayúsculas, de tener detrás un montón de jugadores que ayudan durante el año para que los entrenos sean competitivos y la BAMM una gran FAMILIA.
Suerte. Y también lágrimas. Las derramadas mientras Wey yacía inmóvil sobre el césped tras su conmoción cerebral, y que gracias a Dios quedó en un susto, y también las ahogadas tras roturas musculares, dedos rotos y manos fracturadas con la que algunos Bammers jugaron la final. Es en esos detalles, señores, donde posiblemente esté la diferencia que identifique a un campeón. Gracias Tarragona, Mallorca, Zaragoza, Sevilla y Bilbao. Grandes y nobles rivales que consiguen que nos sintamos orgullosos de nuestro trabajado logro. Desde aquí nuestros respetos. Gracias Cantabria por una maravillosa organización. Viva el futbol. ¡Grande BAMM!
BAMM celebrando en el terreno de juego
¡enhorabuena!
¡¡Y YA VAN SIETE CAMPEONATOS!!
Un comentario en “¡No se cansa de ganar! ¡CAMPEONES!”